Philip Blake

Philip Blake, más conocido como El Gobernador, es el carismático y déspota ex-líder del pueblo de Woodbury, y uno de los sobrevivientes del apocalípsis zombie.

Con una vida marcada por la tragedia y la insatisfacción desde mucho antes de que los muertos se levantaran de sus tumbas, Philip no tardó en sucumbir ante sus más retorcidos y bajos instintos tras la caída de la civilización, y rápidamente se convirtió en el vivo ejemplo de lo que el nuevo mundo podía hacerle a las personas.

Philip ayudó a forjar una comunidad aparentemente utópica, parapetada detrás de firmes muros fuertemente custodiados, desde donde proveyó a los pobladores de refugio, alimentos, prendas y quizás lo más importante, una semblanza de lo que era vivir en el mundo antes de que los muertos comenzaron a caminar; convirtiéndose así en el mesías que todos necesitaban con suma urgencia. Escudado bajo una fachada de simulada benevolencia, el autoproclamado Gobernador de Woodbury fue capaz de cometer los más rufianes actos con el objetivo de saciar su ambición de poder, y mantuvo a sus seguidores inmersos en la completa ignorancia para así lograr todos sus objetivos.

Acostumbrado a tener siempre el control de todo lo que lo rodeaba, el Gobernador encontró en la llegada de Andrea y Michonne el punto de inflexión a todos sus planes, y fue especialmente esta última quien se convirtió en la principal piedra en su zapato.

Luego de convertir a Andrea en su amante, enviar a sus matones a acabar con Michonne y además torturar a Glenn y Maggie para conseguir la ubicación de la prisión en su afán de poder, el Gobernador pagó un alto precio por todas sus acciones y no sólo comprometió la seguridad de todo Woodbury sino que además fue obligado a presenciar como Michonne acababa con suzombificada hija Penny, quien hasta ese momento había sido el eje y centro de toda su vida.

Inmerso en su deseo de venganza, el Gobernador declaró la guerra contra los residentes de la penitenciaría en la que la mujer residía e hizo de su principal misión destruirla a como dé lugar. Este espiral destructivo terminó succionando a todos los pobladores de Woodbury y conduciéndolos a su perdición.